Como sobrevivir una Guerra de Precios
Vivimos en una época de globalización y competencia. Existen muchas empresas y personas que hacen y proveen de productos y servicios similares, iguales, parecidos, pocas diferencias los separan, entre ellas puede ser el precio, pero existen muchos otros factores que diferencian una empresa de otra. Empiece hoy mismo a preparase para una guerra de precios y si ya esta en una, descubra como puede salir airoso de ella. Recuerde el marketing es una guerra de percepciones no de precios.
Como funciona una guerra de precios
Generalmente cuando una empresa entra en un nuevo mercado, en el cual existe un proveedor con experiencia en el ramo, intenta generar una guerra de precios para hacerse de clientes. Utiliza como gancho un precio menor al del proveedor de costumbre para atraer la atención de la comunidad.
Si usted es este proveedor de costumbre, no se asuste, solo hay que hacer ajustes en su organización. Tengan en cuenta que si habrá impacto en sus ventas, bajaran durante los primeros meses pero no es el Apocalipsis de la industria.
Muchas empresas entran en pánico y caen en el juego de la guerra de precios. La percepción del cliente en estos casos es de un sentimiento de “me han estafado, me han engañado, todo este tiempo pagué mas por lo mismo”, el proveedor de costumbre queda como un abusivo y el nuevo proveedor como el ángel de salvación, que al final de cuentas este es su objetivo, menoscabar la reputación del proveedor de costumbre para ganar mercado.
Evite caer en este juego, recuerde que un precio que baja difícilmente se recupera. Hacer frente a este tipo de embates de la competencia es un proceso que se tiene que iniciar cuando se inicia una empresa, es un trabajo de cada día y que no permite descansos. Esta preparación es lo que le da valor a las grandes empresas, no solo el precio.
El precio
El precio es un factor determinante dentro de nuestra mezcla mercadológica (precio, plaza, promoción y producto). El precio puede ayudar al éxito del producto o al fracaso de la empresa, por lo que es importante que este sea fijado adecuadamente y bien sopesado antes de entrar en una guerra de precios. Aun así, no lo es todo, existen otros factores igualmente importantes que se deben considerar.
Existen diferentes factores que se deben tomar en cuenta al momento de calcular el precio de un producto o servicio: costo directos e indirectos, gastos directos e indirectos, competencia, demanda del mercado, calidad.
Costo directo: se refiere al costo de la materia prima de nuestro producto o servicio, aquel insumo sin el cual no puede existir nuestro producto.
Costo indirecto: es aquel costo necesario para la elaboración del producto, como pueden ser los servicios de energía eléctrica, agua, mano de obra, etc.
Gastos directos: son gastos que afectan directamente el costo de nuestro producto aunque no son parte de los insumos y materias primas, estos pueden ser los gastos propios del local o instalaciones, maquinaria, transporte, etc.
Gastos indirectos: son aquellos gastos que se generan por la labor de la empresa, generalmente son financieros, de seguros, impuestos, etc.
Lo más sencillo es la suma de todos los costos y gastos dividida entre la cantidad de productos elaborados. Considerando estos factores podemos calcular cuanto nos cuesta producir nuestro producto o servicio y fijar un precio base, precio del cual no podemos hacer rebajas ni descuentos, de aquí empezamos a analizar los siguientes factores:
Oferta y Demanda: un producto con demanda alta y poca oferta inflara su precio y viceversa
Calidad: un producto de mayor calidad es un producto de mayor valor, en consecuencia de precio mas alto
Competencia: un producto altamente competido se vera en la necesidad de bajar sus precios o proveer un valor más codiciado.
Tiempo: el factor tiempo es muy importante, ya que pueden ocurrir aumentos de precios de todos nuestros gastos y costos de un día para otro, de un mes para otro, etc., así como la devaluación de la moneda y otros factores que afectan directamente las ganancias de la empresa. Fije el tiempo óptimo de elaboración o producción para calcular sus precios.
De esta manera ya tenemos un precio base, sabemos la oferta y demanda del mismo, conocemos el precio que maneja la competencia, con todos estos datos bien sustentados y analizados resulta más realista el cálculo de nuestro precio.
Pero aquí no termina el asunto, el precio debe esta en relación con el valor que otorgamos al cliente. Si nuestro producto o servicio no tiene valor, nuestro precio no puede ser mayor al de la competencia. Si nuestro producto tiene valor alto nuestro precio no puede ser menor que la competencia.
¿Cuánto vale nuestro producto o servicio y cual es su precio?
Antes de adentrarse en una guerra de precios, debe entender el significado de la palabra valor para sus clientes y volcarse en este concepto.
Valor es una percepción, es el resultado de lo que pagamos por algo entre lo que recibimos del mismo. Esto es, si pagamos X pesos por un platillo en un restaurante, pero estuvo frío, insípido, el mesero fue indiferente y la mesa estaba sucia, nos parecerá un servicio caro, viceversa, el mismo precio pero con un platillo al punto, bien sazonado, mesero atento e instalaciones limpias, nos parecerá adecuado.
Punto aparte, platillo exquisito, mesero adivino de nuestros deseos, instalaciones impecables ¡y nos ofrecen un cupón de descuento para nuestra siguiente visita!, esto es valor. Han excedido nuestras expectativas, el restaurante no es caro, es un lugar para regresar la próxima semana.
Seguramente encontrara otro restaurante con el mismo platillo a un precio más bajo o más alto, pero no tendrán el valor necesario para que regrese.
Pregúntese ¿Qué valor tiene mi producto o servicio?, pueden ser detalles muy sencillos que marcan una gran diferencia en su producto.
Esta relación del valor y el precio debe ser armoniosa, su producto o servicio debe de ofrecer un valor a sus clientes para que paguen el precio justo a percepción de usted y bajo a percepción de ellos. Recuerde el marketing es una guerra de percepciones no de precios. No caiga en la segunda cuando puede sacar provecho de la primera.
Planee a largo plazo
Aunque suene ilógico en un mundo de constantes cambios, es importante que usted tenga una visión clara de hacia donde se dirige su empresa. ¿Qué será de la empresa, de su producto, de sus empleados y de usted dentro de uno, tres, cinco y hasta diez años?, es un hecho que no puede predecir el futuro pero puede planear y prever, así la llegada de competencia no le resultara tan alarmante.
Empresas multinacionales se encuentran hoy como grandes corporativas aun después de la muerte de sus fundadores y creadores por que ellos tuvieron la visión de que así seria, planearon que querían que sucediera en los años venideros y trabajaron día a día para que sucediera de esa manera. ¡No fue suerte!, fue algo planeado.
Y aunque no lo crea no es tan difícil, puede empezar hoy mismo a planear lo que para el próximo mes, el próximo año, o la próxima semana quiere lograr. Analice hoy, donde quiere estar el próximo año, que necesita para lograrlo y fije las metas mensuales necesarias. Solo recuerde que estas metas deben ser medibles y alcanzables, de otra manera se vera en un circulo vicioso de tropiezos y frustraciones del cual no podrá salir.
Por ejemplo, usted quiere tener mas clientes para el próximo mes ¿cierto?, primero que nada piense cuantos quiere, cuantos puede realmente atender y en cuanto incrementarían sus costos y gastos. Una vez que tenga estos datos, fijemos las estrategias para conseguir a estos clientes, no es necesario gastar miles y miles de pesos en publicidad, hay opciones muy efectivas y que no cuestan tanto:
Servicio excelente: motive a sus empleados para que superen las expectativas de sus clientes y no solo regresen, sino que también lo recomienden (ver Incremento de ventas y motivación del personal).
Genere un programa de referidos: ofrezca cupones de descuento por consumos de con familiares y amigos, todos tenemos conocidos a los que podemos recomendar un producto o servicio.
Genere programas de lealtad: se pusieron de moda lo puntos por consumos, canjeables por premios y otros artículos, no se quede atrás y piense en algo divertido para sus clientes.
De algo gratis: y no me refiero a sus productos, usted como proveedor de un producto o servicio es experto en esa rama, regale boletines informativos sobre estas áreas que domina, así se posicionará como experto y agregará valor a su empresa.
De seguimiento: procure tener un archivo de sus clientes, llámeles seguido para comunicarles nuevas ofertas, nuevos productos, el boletín informativo de la semana, una encuesta, etc., haga que se sientan parte de su empresa.
Genere convenios con otras empresas: esto le puede ayudar a abaratar sus costos y gastos, así como ofrecer mayores beneficios a sus clientes por consumir sus productos.
Fidelice a su clientela
Cuando lleve a una clínica veterinaria a una pequeña gatita que abandonaron cerca de mi domicilio, no pensé que saldría de ahí como de un centro comercial.
Llegue a la clínica con la gatita en brazos, por lo que estaba bastante alterada y ya me había arañado brazos y cuello, la doctora al verme llegar salio con una caja trasportadora que termine comprando, supo tratar muy bien al animalito y logro que se tranquilizara. Durante la consulta me explico la variedad de enfermedades que pueden sufrir los gatos. La deficiencia de nutrientes que presentan los alimentos para mascotas comerciales. La urgente necesidad de que la sociedad esterilice a sus animalitos. Pesó y oscultó a la gatita, le corto las uñas, le tomo la temperatura, la desparasitó y calculó la edad. El establecimiento estaba impecable, a pesar de que había animales en consulta, en baño y otras actividades. Desinfectó todos los instrumentos que utilizó frente a mí, lo que me dio mayor confianza.
Salí de la clínica con una caja transportadora, un collar con cascabel, alimento especial para gatos Indoor (¡ósea que no salen de casa!), una revista con información del cuidado de gatos, y un carnet de visitas programadas durante los próximos seis meses: tres vacunas, unos análisis, la esterilización, la siguiente desparasitada, y tengo que regresar también a que le apliquen un aceite especial antipulgas, ya que no se le debe poner talco a los gatos, y un arenero que atrapa los malos olores del excremento.
¿Cómo paso esto?:
Fui a la clínica por recomendación de una amiga,
La doctora me demostró ser una experta con los animales,
Tomaron mis datos y programaron visitas periódicas,
Me hacen una llamada para recordarme las visitas programadas, darme a conocer promociones o artículos relacionados a mis intereses,
Tienen una gran variedad de artículos que jamás creí necesarios, los cuales en ningún momento me ofreció abiertamente pero me demostró los beneficios de adquirirlos.
Reciben tarjetas de crédito, por obvias razones no me alcanzaba el efectivo que llevaba.
Ahora soy cliente de esta clínica veterinaria, acudo regularmente por el alimento “Indoor”, me llevo el boletín de gatos, llevo a la gatita a las visitas programadas y recomiendo el establecimiento.
¿Que podemos deducir de esto?, que usted no vende un producto o servicio, vende una solución, una alternativa, un concepto, y debe darle el valor que merece, mas allá de un numero después del signo de pesos. No tema a una guerra de precios si es capaz de fidelizar a sus clientes.
Como puede ver, no tiene que estar persiguiendo clientes acosándolos para cerrar ventas, gánese su confianza y así lograra que lo recomienden, esta es la publicidad más económica que puede conseguir y muy efectiva.
El marketing es una guerra de percepciones no de precio
Evite caer en una guerra de precios, recuerde que un precio que baja difícilmente se recupera. Hacer frente a este tipo de embates de la competencia es un proceso que se tiene que iniciar cuando se inicia una empresa, es un trabajo de cada día y que no permite descansos. Esta preparación es lo que le da valor a las grandes empresas, no solo un precio.
Además la guerra no es por el precio sino por la percepción del cliente, la posición de una marca en la mente de los consumidores, este debe ser su principal objetivo. Prepárese con anticipación a la llegada de competidores, mantenga a su personal bien capacitado para dar un servicio de primera, ofrezca productos y servicios de calidad a precio justo. Conserve limpio y agradable su establecimiento, genere confianza en sus clientes y posicionese como experto, genere convenios con otras empresas, haga alianzas que beneficien a sus clientes más que a usted. No tenga miedo en trasmitir su conocimiento.
Y si ya esta en una guerra de precios:
No entre en el juego
Analice que su precio sea justo, si no lo es, haga un ajuste mediante promociones de precios descontados pero no como una política.
Si su precio es justo, analice y de a conocer todos los beneficios adicionales de sus productos y servicios, aquellos beneficios que lo hacen mas valioso a usted que a la competencia.
De a conocer los beneficios de su empresa en la comunidad, la generación de empleos directos e indirectos, la derrama económica que genera, los servicios a la comunidad, etc.
Mejore la atención al cliente, cuídelo y trátelo con respeto, invierta en su gente, un empleado feliz representa muchos clientes felices,
Haga alianzas con otras empresas
Genere programas de lealtad
De algo gratis y tenga variedad de modelos
Tenga diferentes opciones de pago
Recuerde, no vende un producto o servicio, ofrece una solución, una alternativa, un concepto, posicionese como el experto en esa materia.
Lo que esta en juego en una guerra de precios, no es el precio de su producto, sino su reputación como proveedor de costumbre, no se permita perder su mas importante arma contra su competencia; su posición en la mente de sus consumidores.
Como funciona una guerra de precios
Generalmente cuando una empresa entra en un nuevo mercado, en el cual existe un proveedor con experiencia en el ramo, intenta generar una guerra de precios para hacerse de clientes. Utiliza como gancho un precio menor al del proveedor de costumbre para atraer la atención de la comunidad.
Si usted es este proveedor de costumbre, no se asuste, solo hay que hacer ajustes en su organización. Tengan en cuenta que si habrá impacto en sus ventas, bajaran durante los primeros meses pero no es el Apocalipsis de la industria.
Muchas empresas entran en pánico y caen en el juego de la guerra de precios. La percepción del cliente en estos casos es de un sentimiento de “me han estafado, me han engañado, todo este tiempo pagué mas por lo mismo”, el proveedor de costumbre queda como un abusivo y el nuevo proveedor como el ángel de salvación, que al final de cuentas este es su objetivo, menoscabar la reputación del proveedor de costumbre para ganar mercado.
Evite caer en este juego, recuerde que un precio que baja difícilmente se recupera. Hacer frente a este tipo de embates de la competencia es un proceso que se tiene que iniciar cuando se inicia una empresa, es un trabajo de cada día y que no permite descansos. Esta preparación es lo que le da valor a las grandes empresas, no solo el precio.
El precio
El precio es un factor determinante dentro de nuestra mezcla mercadológica (precio, plaza, promoción y producto). El precio puede ayudar al éxito del producto o al fracaso de la empresa, por lo que es importante que este sea fijado adecuadamente y bien sopesado antes de entrar en una guerra de precios. Aun así, no lo es todo, existen otros factores igualmente importantes que se deben considerar.
Existen diferentes factores que se deben tomar en cuenta al momento de calcular el precio de un producto o servicio: costo directos e indirectos, gastos directos e indirectos, competencia, demanda del mercado, calidad.
Costo directo: se refiere al costo de la materia prima de nuestro producto o servicio, aquel insumo sin el cual no puede existir nuestro producto.
Costo indirecto: es aquel costo necesario para la elaboración del producto, como pueden ser los servicios de energía eléctrica, agua, mano de obra, etc.
Gastos directos: son gastos que afectan directamente el costo de nuestro producto aunque no son parte de los insumos y materias primas, estos pueden ser los gastos propios del local o instalaciones, maquinaria, transporte, etc.
Gastos indirectos: son aquellos gastos que se generan por la labor de la empresa, generalmente son financieros, de seguros, impuestos, etc.
Lo más sencillo es la suma de todos los costos y gastos dividida entre la cantidad de productos elaborados. Considerando estos factores podemos calcular cuanto nos cuesta producir nuestro producto o servicio y fijar un precio base, precio del cual no podemos hacer rebajas ni descuentos, de aquí empezamos a analizar los siguientes factores:
Oferta y Demanda: un producto con demanda alta y poca oferta inflara su precio y viceversa
Calidad: un producto de mayor calidad es un producto de mayor valor, en consecuencia de precio mas alto
Competencia: un producto altamente competido se vera en la necesidad de bajar sus precios o proveer un valor más codiciado.
Tiempo: el factor tiempo es muy importante, ya que pueden ocurrir aumentos de precios de todos nuestros gastos y costos de un día para otro, de un mes para otro, etc., así como la devaluación de la moneda y otros factores que afectan directamente las ganancias de la empresa. Fije el tiempo óptimo de elaboración o producción para calcular sus precios.
De esta manera ya tenemos un precio base, sabemos la oferta y demanda del mismo, conocemos el precio que maneja la competencia, con todos estos datos bien sustentados y analizados resulta más realista el cálculo de nuestro precio.
Pero aquí no termina el asunto, el precio debe esta en relación con el valor que otorgamos al cliente. Si nuestro producto o servicio no tiene valor, nuestro precio no puede ser mayor al de la competencia. Si nuestro producto tiene valor alto nuestro precio no puede ser menor que la competencia.
¿Cuánto vale nuestro producto o servicio y cual es su precio?
Antes de adentrarse en una guerra de precios, debe entender el significado de la palabra valor para sus clientes y volcarse en este concepto.
Valor es una percepción, es el resultado de lo que pagamos por algo entre lo que recibimos del mismo. Esto es, si pagamos X pesos por un platillo en un restaurante, pero estuvo frío, insípido, el mesero fue indiferente y la mesa estaba sucia, nos parecerá un servicio caro, viceversa, el mismo precio pero con un platillo al punto, bien sazonado, mesero atento e instalaciones limpias, nos parecerá adecuado.
Punto aparte, platillo exquisito, mesero adivino de nuestros deseos, instalaciones impecables ¡y nos ofrecen un cupón de descuento para nuestra siguiente visita!, esto es valor. Han excedido nuestras expectativas, el restaurante no es caro, es un lugar para regresar la próxima semana.
Seguramente encontrara otro restaurante con el mismo platillo a un precio más bajo o más alto, pero no tendrán el valor necesario para que regrese.
Pregúntese ¿Qué valor tiene mi producto o servicio?, pueden ser detalles muy sencillos que marcan una gran diferencia en su producto.
Esta relación del valor y el precio debe ser armoniosa, su producto o servicio debe de ofrecer un valor a sus clientes para que paguen el precio justo a percepción de usted y bajo a percepción de ellos. Recuerde el marketing es una guerra de percepciones no de precios. No caiga en la segunda cuando puede sacar provecho de la primera.
Planee a largo plazo
Aunque suene ilógico en un mundo de constantes cambios, es importante que usted tenga una visión clara de hacia donde se dirige su empresa. ¿Qué será de la empresa, de su producto, de sus empleados y de usted dentro de uno, tres, cinco y hasta diez años?, es un hecho que no puede predecir el futuro pero puede planear y prever, así la llegada de competencia no le resultara tan alarmante.
Empresas multinacionales se encuentran hoy como grandes corporativas aun después de la muerte de sus fundadores y creadores por que ellos tuvieron la visión de que así seria, planearon que querían que sucediera en los años venideros y trabajaron día a día para que sucediera de esa manera. ¡No fue suerte!, fue algo planeado.
Y aunque no lo crea no es tan difícil, puede empezar hoy mismo a planear lo que para el próximo mes, el próximo año, o la próxima semana quiere lograr. Analice hoy, donde quiere estar el próximo año, que necesita para lograrlo y fije las metas mensuales necesarias. Solo recuerde que estas metas deben ser medibles y alcanzables, de otra manera se vera en un circulo vicioso de tropiezos y frustraciones del cual no podrá salir.
Por ejemplo, usted quiere tener mas clientes para el próximo mes ¿cierto?, primero que nada piense cuantos quiere, cuantos puede realmente atender y en cuanto incrementarían sus costos y gastos. Una vez que tenga estos datos, fijemos las estrategias para conseguir a estos clientes, no es necesario gastar miles y miles de pesos en publicidad, hay opciones muy efectivas y que no cuestan tanto:
Servicio excelente: motive a sus empleados para que superen las expectativas de sus clientes y no solo regresen, sino que también lo recomienden (ver Incremento de ventas y motivación del personal).
Genere un programa de referidos: ofrezca cupones de descuento por consumos de con familiares y amigos, todos tenemos conocidos a los que podemos recomendar un producto o servicio.
Genere programas de lealtad: se pusieron de moda lo puntos por consumos, canjeables por premios y otros artículos, no se quede atrás y piense en algo divertido para sus clientes.
De algo gratis: y no me refiero a sus productos, usted como proveedor de un producto o servicio es experto en esa rama, regale boletines informativos sobre estas áreas que domina, así se posicionará como experto y agregará valor a su empresa.
De seguimiento: procure tener un archivo de sus clientes, llámeles seguido para comunicarles nuevas ofertas, nuevos productos, el boletín informativo de la semana, una encuesta, etc., haga que se sientan parte de su empresa.
Genere convenios con otras empresas: esto le puede ayudar a abaratar sus costos y gastos, así como ofrecer mayores beneficios a sus clientes por consumir sus productos.
Fidelice a su clientela
Cuando lleve a una clínica veterinaria a una pequeña gatita que abandonaron cerca de mi domicilio, no pensé que saldría de ahí como de un centro comercial.
Llegue a la clínica con la gatita en brazos, por lo que estaba bastante alterada y ya me había arañado brazos y cuello, la doctora al verme llegar salio con una caja trasportadora que termine comprando, supo tratar muy bien al animalito y logro que se tranquilizara. Durante la consulta me explico la variedad de enfermedades que pueden sufrir los gatos. La deficiencia de nutrientes que presentan los alimentos para mascotas comerciales. La urgente necesidad de que la sociedad esterilice a sus animalitos. Pesó y oscultó a la gatita, le corto las uñas, le tomo la temperatura, la desparasitó y calculó la edad. El establecimiento estaba impecable, a pesar de que había animales en consulta, en baño y otras actividades. Desinfectó todos los instrumentos que utilizó frente a mí, lo que me dio mayor confianza.
Salí de la clínica con una caja transportadora, un collar con cascabel, alimento especial para gatos Indoor (¡ósea que no salen de casa!), una revista con información del cuidado de gatos, y un carnet de visitas programadas durante los próximos seis meses: tres vacunas, unos análisis, la esterilización, la siguiente desparasitada, y tengo que regresar también a que le apliquen un aceite especial antipulgas, ya que no se le debe poner talco a los gatos, y un arenero que atrapa los malos olores del excremento.
¿Cómo paso esto?:
Fui a la clínica por recomendación de una amiga,
La doctora me demostró ser una experta con los animales,
Tomaron mis datos y programaron visitas periódicas,
Me hacen una llamada para recordarme las visitas programadas, darme a conocer promociones o artículos relacionados a mis intereses,
Tienen una gran variedad de artículos que jamás creí necesarios, los cuales en ningún momento me ofreció abiertamente pero me demostró los beneficios de adquirirlos.
Reciben tarjetas de crédito, por obvias razones no me alcanzaba el efectivo que llevaba.
Ahora soy cliente de esta clínica veterinaria, acudo regularmente por el alimento “Indoor”, me llevo el boletín de gatos, llevo a la gatita a las visitas programadas y recomiendo el establecimiento.
¿Que podemos deducir de esto?, que usted no vende un producto o servicio, vende una solución, una alternativa, un concepto, y debe darle el valor que merece, mas allá de un numero después del signo de pesos. No tema a una guerra de precios si es capaz de fidelizar a sus clientes.
Como puede ver, no tiene que estar persiguiendo clientes acosándolos para cerrar ventas, gánese su confianza y así lograra que lo recomienden, esta es la publicidad más económica que puede conseguir y muy efectiva.
El marketing es una guerra de percepciones no de precio
Evite caer en una guerra de precios, recuerde que un precio que baja difícilmente se recupera. Hacer frente a este tipo de embates de la competencia es un proceso que se tiene que iniciar cuando se inicia una empresa, es un trabajo de cada día y que no permite descansos. Esta preparación es lo que le da valor a las grandes empresas, no solo un precio.
Además la guerra no es por el precio sino por la percepción del cliente, la posición de una marca en la mente de los consumidores, este debe ser su principal objetivo. Prepárese con anticipación a la llegada de competidores, mantenga a su personal bien capacitado para dar un servicio de primera, ofrezca productos y servicios de calidad a precio justo. Conserve limpio y agradable su establecimiento, genere confianza en sus clientes y posicionese como experto, genere convenios con otras empresas, haga alianzas que beneficien a sus clientes más que a usted. No tenga miedo en trasmitir su conocimiento.
Y si ya esta en una guerra de precios:
No entre en el juego
Analice que su precio sea justo, si no lo es, haga un ajuste mediante promociones de precios descontados pero no como una política.
Si su precio es justo, analice y de a conocer todos los beneficios adicionales de sus productos y servicios, aquellos beneficios que lo hacen mas valioso a usted que a la competencia.
De a conocer los beneficios de su empresa en la comunidad, la generación de empleos directos e indirectos, la derrama económica que genera, los servicios a la comunidad, etc.
Mejore la atención al cliente, cuídelo y trátelo con respeto, invierta en su gente, un empleado feliz representa muchos clientes felices,
Haga alianzas con otras empresas
Genere programas de lealtad
De algo gratis y tenga variedad de modelos
Tenga diferentes opciones de pago
Recuerde, no vende un producto o servicio, ofrece una solución, una alternativa, un concepto, posicionese como el experto en esa materia.
Lo que esta en juego en una guerra de precios, no es el precio de su producto, sino su reputación como proveedor de costumbre, no se permita perder su mas importante arma contra su competencia; su posición en la mente de sus consumidores.